Estando aquí, ¿estoy? Una discusión del diseño como cuarto orden del pensamiento
“¿Es posible crear comunidad? Y en todo caso ¿qué se necesita para crearla? La escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes (Edinba), se encontró a inicios del año 2015, con esta pregunta. Ubicada en la colonia Tránsito de la Ciudad de México y consciente del poco contacto con su entorno, la Edinba decide arrancar un proyecto que ayude a crear lazos entre los integrantes de la institución y sus vecinos. Usualmente este tipo de dinámicas sociales se generan con el paso del tiempo, cuando ambas partes se ven en la necesidad de resolver problemas cotidianos y al compartir espacios.”
Como parte de un análisis independiente, los autores de este texto, buscan realizar una crítica a una solución al problema que plantea la creación de una muestra fotográfica que involucrara tanto a los alumnos como a los vecinos de la Edinba, para ello se asisten de los estudios del diseño, particularmente desde la curaduría, con ello, atraviezan diversas teorías y posturas que puedan sostener una solución que favorezca un acercamiento con sus vecinos, buscando generar un ambiente de menor hostilidad.
A su vez, se plantea que para poder generar comunidad, es importante tomar en cuenta a los grupos sociales, su localización física, las comunidades y por lo tanto sus costumbres y saberes, que, en suma con los conocimientos aportados por los estudios del diseño, pueden plantear el escenario adecuado para la producción de vínculos que favorezcan la integración entre las partes.
Pues bien, si el diseño es forma de pensamiento, sus producciones deben ser consideradas saberes. Lo que hace una actividad que concibe y planea mundo artificial es planificar y crear artefactos tanto materiales como inmateriales (signos, cosas, acciones y sistemas), los cuales producen interacciones con el mundo existente, transformándolo en otro o perpetuándolo. Así, el diseño es un campo del pensamiento que produce saberes concibiendo interacciones y dispositivos propios del mundo artificial, que rigen y moldean la vida de quienes las experimentan.
Y aunque la crítica se convirtió en una argumentación alimentada por la filosofía y otros campos del conocimiento, derivó también en una propuesta distinta a la solución inicial ofrecida por la institución, sin embargo, el valor principal de éste devenir de ideas, fue el encontrar nuevas rutas para el entendimiento del diseño, su quehacer y alcances, así como una posible definición operativa, que aporta a su epistemología. (Fuente: nexus.univalle.edu.co)